Let me go, Ernő

jueves, 4 de octubre de 2012

      No había mas razones para vivir. Nada más importaba.
      La última imagen de mi mente consciente que logro recordar fue la de la ultima pitada y un oscuro y tóxico humo saliendo de mi boca. Cerré los ojos para tratar de olvidar todo. Me encontraba acostado en el sillón del departamento, justo frente a la ventana. Zeppelin sonaba de fondo.
      Un espantoso sudor frío me despertó de golpe, abrí los ojos y sentí como se me nublaba la vista. Perdí la noción del tiempo. De repente noté que mi mente se había aclarado, pero sabía que no era por mucho tiempo. Por primera vez sentí miedo. Había comenzado.



No hay comentarios:

Publicar un comentario